Tiene su origen en Riverside, California, como una mutación de la naranja Washington Navel, descubierta en torno al año 1910. Introducida en España, concretamente en Valencia, gracias a la Universidad de California con la denominación “Navelina”. Su recolección es de las primeras de la temporada. Presenta frutos grandes y redondeados, de piel naranja intenso, sin semillas y  gran cantidad de jugo, lo que la hace muy buena para zumo, también por su sabor dulce y de alta calidad.

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